Seis motivos que fotografiar en Petra, la rosa del desierto

Petra es uno de los lugares más famosos de Oriente Medio, y es considerada como una de las Siete Maravillas del Mundo. Esta antigua ciudad nabatea, excavada en la roca, está ubicada en la región de Ma’an, en el sur de Jordania fue construida alrededor del siglo VI a.C.

Es famosa por su arquitectura monumental, que combina elementos orientales y occidentales, y por su color rosado, que le ha valido el apodo de “la ciudad rosa”. Algunos de los lugares más emblemáticos de Petra, que te recomiendo fotografiar, son:

El Siq

El Siq es el camino serpenteante abierto entre la roca de arenisca, por el que se llega a la ciudad de Petra. Se trata de una una falla natural originada por fuerzas tectónicas y erosionada por el agua. A lo largo del camino pueden verse los canales para la distribución del agua, construidos en tiempos de los nabateos, que llevaban el agua desde el Manantial de Moisés, en Wadi Musa, hasta Petra.

El Siq termina con una espectacular vista del Tesoro, el templo más conocido y fotografiado de Petra.

El Tesoro

También conocido como Al-Khazneh en árabe, el Tesoro es una construcción tallada en la roca, que data del siglo I a.C. Su nombre proviene de una leyenda local que decía que la estructura contenía tesoros escondidos en una urna en el frontón. Sin embargo, la verdad sobre el origen y la función de este edificio sigue siendo objeto de debate entre los arqueólogos y expertos en historia. Se cree que fue utilizado como templo o mausoleo para el rey nabateo Aretas IV . Su fachada está decorada con columnas corintias, frisos, esculturas y otros detalles de estilo helenístico. En el nivel superior hay figuras de águilas, amazonas, victorias y una posible representación de la diosa Isis-Tique .

Sin embargo, el interior del tesoro es bastante sencillo y consta de una cámara principal y tres antecámaras con un volumen interior de unos 2000 m² . No hay nada que indique que el tesoro haya albergado alguna vez riquezas o tesoros, como creían los beduinos que le dieron el nombre. El interior del tesoro no está abierto al público, solo puede contemplarse desde la entrada.

El Teatro

El teatro de Petra es una obra de arte esculpida en la roca, que te transportará a la época dorada de los nabateos. El teatro está situado al sur del valle de Petra, junto al Siq exterior, y desde él se puede contemplar el impresionante paisaje de montañas y tumbas que rodea la ciudad antigua.

Fue construido en el siglo I d.C. por el rey Aretas IV, que quiso emular el estilo y la grandeza de los teatros romanos. El teatro tiene capacidad para unos 4000 espectadores, que se distribuyen en tres filas de asientos separadas por pasillos y escaleras. El escenario y el muro exterior fueron añadidos más tarde por los romanos, que le dieron un toque más clásico. Imagina cómo sería asistir a una representación teatral en este lugar mágico, lleno de historia y belleza

La Calle de las Columnas

Esta vía, de unos 6 metros de ancho y unos 600 metros de largo, es el corazón de la antigua ciudad de Petra, donde se concentraban los edificios públicos, los templos y los mercados. Fue construida al estilo romano, con columnas a ambos lados que sostenían un pórtico cubierto, terminando en una gran puerta que da acceso al templo de Qasr al-Bint. La calle fue pavimentada con piedras horizontales y verticales, y tenía un sistema de drenaje subterráneo. Caminar por la calle de las columnas es como viajar en el tiempo, y sentir la grandeza y la riqueza que tuvo Petra en su época de esplendor.

Las Tumbas Reales

Este conjunto de monumentos majestuosos reflejan el poder y la gloria de los gobernantes y nobles nabateos.

Se trata de unas enormes fachadas talladas en la roca, que servían como lugares de enterramiento para los miembros más importantes de la sociedad. Las Tumbas Reales tienen una gran riqueza arquitectónica y artística, con elementos que combinan influencias orientales y occidentales. Algunas de las más destacadas son la Tumba de la Urna, con su gran urna que corona el frontón; la Tumba del Palacio, con su aspecto de palacio romano; la Tumba Corintia, con sus columnas y capiteles corintios; y la Tumba del Silkm, con su fachada incompleta pero armoniosa.

El Monasterio

Esta obra maestra de la arquitectura nabatea, que te hará sentir pequeño ante su majestuosidad. Para llegar hasta El Monasterio, tendrás que subir más de 800 escalones tallados en la roca, atravesando cañones, tumbas y santuarios. Pero el esfuerzo se verá recompensado cuando te encuentres frente a su imponente fachada de casi 50 metros de altura y anchura, decorada con columnas, capiteles y urnas.

El Monasterio fue construido en el siglo I d.C. como un templo dedicado al rey Obodas I o a algún otro dios nabateo. Más tarde, fue usado como iglesia por los cristianos bizantinos, de ahí su nombre actual.